¡Buenas mochileros! Ya estamos rozando el final de las fiestas navideñas y como último día especial nos queda el de Reyes, jornada de abrir los últimos regalos y de disfrutar del delicioso Roscón. Para aprender a elaborar este dulce tradicional, nos hemos desplazado hasta el Mesón Torreblanca, donde Alejandro Tena nos ha enseñado a prepararlo. Aquí os dejamos la receta para que los podáis hacer vosotros también en casa y merendar un buen roscón casero el día 6. ¡Ánimo!

Ingredientes
Ingredientes para 2kg: - 1kg harina fuerte – 200gr azúcar – 200 gr levadura prensada – 20 gr sal – 3 huevos – 200 gr agua – 20 gr agua de azahar – 5 gr ron blanco – 15 gr ralladura de naranja – 10 gr ralladura de limónPara la decoración: – Azúcar – Huevo batido – Frutas confitadas – Almendra rallada o laminada | Elaboración:1. Amasar todos los ingredientes excepto la levadura, que se introduce a punto de terminar el amasado. 2. Cuando esté todo bien integrado y la masa se pueda estirar sin romperse la dejaremos reposar para que fermente durante aproximadamente 2h. Es recomendable que la masa quede un poco pegajosa, no seca. 3. Dividir la masa en porciones y bolearla. Volver a dejar reposar para que vuelva a fermentar durante 10 minutos. 4. Dar forma de roscón a las bolitas de masa y reposar para que fermente por tercera y última vez. Debe doblar su tamaño. Recomendable 5h. 5. Una vez están fermentadas, pintar con huevo batido. Azucarar por encima y poner las frutas confitadas y la almendra. 6. Hornear hasta que el roscón esté dorado. 7. Dejar enfriar bien en un lugar seco y servir* *Para rellenarlo, cortarlo por la mitad en un corte transversal y poner el relleno y las figuritas. |
Historia del roscón de reyes:
Aunque actualmente el roscón se toma el día 6 de enero, la tradición nació en la antigua Roma y nada tenía que ver con las celebraciones navideñas. El roscón se tomaba en diciembre, en las fiestas Saturnales, unas fiestas en que los esclavos celebraban que los días se hacían más largos y que terminaba la temporada de trabajar en los campos. La tradición que popularizaron los esclavos nació en el siglo II a.C y consistía en comer un rosco con miel y frutos secos por encima. Fue en el siglo III cuando se introdujo el haba que en aquella época no era más que un símbolo de prosperidad, fertilidad y buena suerte. ¡Quien encontraba el haba era el afortunado!
Esta tradición no siempre se mantuvo a lo largo de la historia, sin embargo en Francia siguió celebrándose e incluso cobrando un sentido de exclusividad ya que fue especialmente arraigada entre la aristocracia y la realeza. A partir de la tradición que sembraron los romanos y las clases pudientes francesas, la costumbre de comer un dulce con “sorpresa” se extendió a otros países y las familias empezaron a celebrar esta tradición inventando incluso la figura de “le roi de la fave” (el rey del haba).
En el siglo XVII un cocinero del rey Luis XV de Francia introdujo, además de la legumbre, una moneda como segunda sorpresa en el roscón. En España, la figura de la moneda, que posteriormente se sustituyó por la figurita de un rey de cerámica la introdujo la cocina del rey Felipe V (amante del Roscón de Reyes). Desde entonces, la figura más deseada es la del rey y quien la descubre se convierte en el Rey de la fiesta mientras que el haba ha adquirido un sentido negativo y quien la encuentra, no sólo tiene que pagar el Roscón sino que además se convierte en el “tontolaba” tonto de la haba.